El far de Sant Sebastià en Llafranc es un lugar mágico. Una boda allí, todo parece brillar más. La vista al mar es impresionante. Asi empezo la boda de Flor y Dani.

Los amigos y familiares se reúnen. Se abrazan y  ríen.  Los colores de la decoración resaltan en el paisaje. Las flores y los detalles hacen que todo luzca glamuroso.

Durante la ceremonia, el viento suave acaricia a todos. Las palabras de los novios son emotivas. La conexión entre ellos se siente en el aire. Tras el "sí, quiero", el ambiente se llena de aplausos y vítores.

La música empieza gracias al grupaso la Claquera. La pista de baile se llena rápidamente. Los invitados disfrutan, y las risas resuenan. Se ven momentos divertidos. Las fotos capturan la esencia de esa felicidad. Cada imagen cuenta una historia.

A medida que avanza la noche, las luces brillan aún más. El far se convierte en un símbolo de amor y unión. La celebración sigue con alegría y mucha energía. 

El far de Sant Sebastià no solo es un lugar, es un sentimiento. La combinación de amigos, buena música y el ambiente festivo crea magia. Cada boda aquí es única y especial. Las risas, el glamour y la fiesta forman parte de este bello recuerdo.