top of page
Parto natural en casa
Parto natural en casa
PARTO EN CASA

El Viae de Duna

Parto natural en casa

19 de Febrero.

2.30h de la mañana, suena el teléfono. Es Maria. Empieza el viaje.

Medio aturdida y con la adrenalina corrinendo ya por mi cuerpo, me pongo en marcha para casa de Laia y Arnau. El taxista me pregunta un poco desconcertado: Por trabajo?, y yo feliz y emocionada la digo SI!

Me abre la puerta Arnau, Laia tiene cada 5 minutos contracciones, Alain, su primer hijo, esta durmiendo plácidamente. Va pasando la noche tranquilamente, entre café, contracciones, risas y dolores. Estamos en casa y estamos bien.

7h Alain se despierta, abraza a su madre y entre contracción y contracción, juntos se abrazan y bailan. Las comadronas llegan sobre las 8h, conozco por primera vez a Chiara i Gaia (matronasacupuntoras), y me enamoro de su forma de tratar y cuidar a Laia. Susurros tranquilizadores que le hacen sonreír, caricias y abrazos reconfortantes y una inmensa profesionalidad.

Laia empieza a tener un dolor fuerte en una de sus piernas, maldita ciática. Rezamos para que no vaya a más. El parto esta yendo muy bien, pero a su ritmo. Así que las comadronas nos invitan a dejarlos solos y así Maria y yo descansamos un poco.

Son las 11.30h, aprovechamos para recorrernos el barrio y llegar hasta la playa de poble nou. Por el camino, no podíamos repetirnos con Maria, el increíble viaje que estábamos viviendo. La intensidad, la fuerza de Laia, el amor de Arnau y la gran comunión que se estaba creando entre todas estas mujeres juntas, con un mismo fin, el que Duna llegue a este mundo.

Todo estaba yendo bastante bien, pero sobre las 14.30h Arnau nos llama un poco desesperado. A Laia no se le quita el dolor de la pierna y cada vez es más intenso. Cogemos un taxi. Algo nerviosas, nos preocupa que la pierna no le deje parir tranquilamente.

Al llegar a casa, una de las comadronas ya esta con Laia, le propone la piscina, le aliviara el dolor, a pesar de que le podrá ralentizar el parto. Pero Laia necesita descansar.

A partir de las 15.30h, la calma vuelve. La pierna nos da una tregua y las contracciones también. Así que todos aprovechamos para descansar y comer. Yo no puedo parar de pensar en lo fuerte que es Laia. La admiro.

Maria no ha dejado ni un momento a Laia sola, le habla, le da masajes, la consuela, la de amor y cariño. Permanece tranquila y dando una armonía y paz a la casa. A las 18h todos nos levantamos, el sol va bajando y como si de un animal nocturno se tratara, Laia y Duna se vuelven a activar. Pero no están solas….la maldita pierna también!

Arnau y Maria intentan que el dolor mengue, pero cada vez es más fuerte. Las comadronas llegan. Y en un instante, la pierna acaba ganando la batalla. Laia ya no puede más. Es un momento agridulce, pero Laia ha hecho un viaje tan increíble hasta ahora, junto a Duna y Arnau, que irse al hospital es un desvío al camino de vuelta a casa.

21h nos despedimos. El coche se aleja. Y yo solo puedo pensar, que INCREÍBLES SOMOS LAS MUJERES! No hay acto más fuerte, generoso, amoroso, valiente, intenso, sensual, poderoso, que el de parir.

Laia, nos has dado una lección de vida. Nos has hecho sentir. GRACIAS

bottom of page